jueves, 10 de septiembre de 2009

Ballet Nacional de Guatemala finaliza temporada de gala


La danza es la navegación de un barco entre líneas rectas y curvas; solo las olas del mar tienen tanta belleza.
Finalizó, con la presentación de Otelo, la temporada de gala 2009 del Ballet Nacional de Guatemala. Esta obra es un fango de celos y calumnias; un barranco de bajas pasiones que concluye con dolor y muerte. La fuerza interpretativa que requiere somete a fuego purificador las destrezas de cualquier bailarín. Es una obra inspirada en el drama de William Shakespeare, con coreografía del maestro Eddy Vielman que ha demostrado, a lo largo de su trayectoria, que es un artista exigente, de gran cuidado en los detalles, y que su destacada etapa como bailarín lo afinó bien como maestro coreógrafo.
Si bien el Ballet fue digno de elogios durante toda esta temporada, hay tres aspectos que podría mejorar. En primer lugar, es notoria la falta cuantitativa de bailarines (enfaticemos: hombres) en el Ballet Nacional. Y algunos ellos, hay que decirlo, deberían bajar algunas libras. Un torso y barriga voluminosos no son buenos aliados de una disciplina que exige —con voluntariosa tiranía— quiebres y retornos audaces.
En segundo lugar, las bailarinas que perdieron el equilibrio en escena durante La Bayadera, o la que perdió el conteo y se salió del grupo en Otelo, deberán recordar que si bien nada en escena puede ser tan grave, pueden aspirar a la limpieza completa y la concentración total, porque en otros países se enfrentarían a tigres y lagartos (tanto al público como a la crítica) que despedazan con gran júbilo cualquier titubeo.
Tercero. Me referiré a la visita de los dos bailarines rusos. Ya escribí acerca de ellos, pero quisiera ampliarme un poco. La Bayadera refulgió con tres estrellas. Una fue la del bailarín Vladimir Neponozhniy, la otra fue la de la bailarina guatemalteca Claudia García, y la tercera, la de ocho bailarinas que hicieron dos variantes de cuatro cada una. Mas esclarezco que la bailarina del Bolshoi, Anna Antonicheva, me pareció elegante, físicamente audaz, pero no hizo nada extraordinario. No ejecutó paso de ballet alguno que no pudieran hacer las guatemaltecas. Y es que me queda la impresión de que, en realidad, hizo un número para países tercermundistas. De rostro más bien frío, no parecía disfrutar lo que hacía. Ya quisiera verla en el Metropolitan Opera House con esos modos. Su participación en La Bayadera fue como si hubiera llegado a la sala directamente desde el aeropuerto a cumplir con un compromiso.
Algo bueno, por parte del Ministerio de Cultura, es que, según tengo entendido, costeó parte de los boletos de ingreso del público que asistió a La Bayadera para que los precios por ver a los bailarines del Bolshoi no fueran muy elevados.
Finalmente, así como el Ballet cerró con un retumbante Otelo, quisiera concluir con la participación de la primera bailarina Anoushka Devaux. Es una artista de profunda entrega en el escenario, de gran versatilidad corporal y de regia presencia. Tanto en La Fille Mal Gardée como en Otelo demostró ser poseedora de un estilo que impera y abarca todo el escenario. Su compañero, Benjamín Hernández, hace un buen trabajo junto a ella. Ha de ser una gran dificultad para este recibir con fuerza la delicadeza, y devolver con gracia la energía acorralada en el cuerpo de una mujer que no solamente baila, sino además vuela sumergida entre sus propias constelaciones.

(Mi otro Blog, bienvenido/as a: La Era del Moscardón: http://www.juancarloslemus.com/)

9 comentarios:

  1. Estimado Juan Carlos!!!

    Leí la primera critica que Usted escribió para Prensa Libre y me reí un poco. Pero con la de hoy, no pude quedarme sin decir nada.

    Primero, Usted, como un conocedor de Ballet, por lo menos así parece, pudo averiguar un poco más de los bailarines rusos que vinieron. El apellido de él es Neporozniy.
    Segundo, Usted hubiera conocido que ella es la estrella numero 1 ahora no solamente en el Bolshoi en Rusia, pero en todo el mundo.

    Lo del comentario que ella hizo un numero para países tercermundistas. Primero, si fuera así, ella no hubiera venido a Guatemala por primera vez. Pero ella ya hace 1 año estaba emocionada a venir y compartir con el ballet de Guatemala. Si fuera así, del Bolshoi hubieran mandado una bailarina de cuerpo de baile o algo, pero mandaron la mejor.
    Y así como ella baila en Bolshoi o en Metropolitan Opera House así bailo en Guatemala.
    Y que su participación fue como si hubiera llegado desde aeropuerto a cumplir con un compromiso.
    Entre Guatemala y Rusia hay 10 horas de diferencia. Así que cuando ellos bailaron en Guatemala, toda la gente estaba durmiendo en Rusia porque era la madrugada. Esto afecta a todos.
    Luego, Moscú esta a una altura de 40 m sobre nivel del mar y Guatemala a 1500m. Esto hizo ella que casi no pudo respirar cuando bailaba.

    Pude decir muchas más cosas pero mejor paro aquí.
    Termino con un dicho, si no puede decir nada bueno, mejor no decir nada, no cree Usted. Y más si no conoce nada de ella, ni de que estaba pasando.

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  2. Mi Moscardón, nada que ver con el post, pero sabe que de chiquita tomé un tiempo clases de Ballet?. No sé por qué, por que la verdad no me fascina, me gustó mucho más el jazz, que también tomé. Bailar... nada como bailar, Moscardón. Me alegro que usted también lo disfrute. Abrazos

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  3. Estimado Anónimo

    Agradezco su s comentarios. Lo digo de verdad.
    Yo soy creyente de la tolerancia. Afortunadamente, vivimos en una época en la que somos más tolerantes a la crítica o a los comentarios. Nuestro país ha sido “regañado” durante décadas: nadie opina nada, nadie quiere sacar la cara para explicar su apreciación después de un hecho artístico; todo el mundo tiene miedo a opinar. A ratos somos como un país de mudos donde tenemos miedo a decir lo que pensamos sobre los grandes artistas.
    Pues bien, lo mío es un acto de completa libertad. Y no soy el primero. Eso es lo bueno.

    Si bien la impresión recogida de la bailarina no afecta en nada su valor como tal, para mí, a diferencia de usted, creo que los mejores bailarines del mundo lo son mientras actúan, no mientras los diarios nos lo repitan.

    Quisiera repetírselo: los mejores bailarines del mundo lo son mientras actúan, no mientras los diarios nos lo repitan.

    Finaliza usted diciendo que si no puedo “decir nada bueno, mejor no decir nada, no cree Usted”. Pues no, señor mío, o señora mía; decir algo “bueno” ¿para quién? ¿ser complaciente para que no se enfaden los patrocinadores, usted, los embajadores, los del teatro, el director del centro cultural, etcétera?
    Definitivamente, no.

    Ojalá y algún día tengamos de nuevo a la bailarina con nosotros, y espero que ese día apreciemos una mejor entrega suya sobre las tablas.



    Querida PROSÓDICA
    Así que estudiaste ballet? Te gusta bailar? Pues bueno, por lo que me he dado cuenta, lo tuyo es escribir y lo haces muy bien.
    Abrazos

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  4. Don juan carlos, felicidades por el nuevo blog, sinceramente le agradezco por esta critica teatral, de balet y opera; para los que no tenemos oportunidad de ir a verlos, a lo mejor oirlos, pero siempre con el deseo de conocerlos.

    Reitero las felicitaciones, tenga un feliz dia

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  5. gracias, apreciado Luis Loaz
    te recomiendo visitar los teatros, hay buenas obras en escena. especialmente te recomiendo la titulada De amor, odios y otras traiciones, los martes en el iga.
    saludos afectuosos.

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  6. jajja justa la respuesta a la critica de el o a la anonim@. me gustaria, no se si la ha visto, comentara si es posible sobre la opera del barbero de sevilla. que escuche recientemente. reitero los saludos

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  7. Ahora ya no bailo, Moscardón... ya no... ya no hay motivos para bailar, eso lo hacía cuando era feliz. Lo que hago muy bien ahora, es sentir tristeza, eso es todo.

    ¿Sabe una cosa?. Yo soy 5 Ajpú. Y me recuerdo también que el primer día que leí su significado, le encontré sentido a mi desgracia. Decía claramente en letras: "Un destino difícil de llevar. Una lucha interna interminable". Buen rollo eso de los Mayas. En fin, abrazos Rey.

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  8. buenos dias.
    Señor lemus no tengo el gusto de conocerlo en persona, creo que tambien deberia haber tolerancia a la "Critica de la critica" si se me es permitido el juego de palabras. asi y solo asi habra libertad de pensamiento y de opinion, cuando el mensaje que usted emita tenga su respectivo retorno.

    una humilde opinion.

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